Ozai N Ku cree firmemente en el poder del diálogo entre la mujer y la prenda: “La creación debe permanecer inacabada, hasta que una persona valiente decida vestirla. Y poner en ello su cuerpo y alma. Entonces el trozo de tela desenrollará todas sus posibilidades. Puede parecer glamoroso un día y humilde al otro. Llamativo o distintivo. Sedoso o erizado. Grande o pequeño”.